lunes, 29 de septiembre de 2008

El sueño del Rey Karna–Vootra


El sueño del Rey Karna–Vootra
Lord Dunsany

El rey Karna–Vootra, sentado en su trono que todo lo domina, dijo:

–La pasada noche vi con toda claridad a la majestuosa Vava–Nyria. Aunque estaba
parcialmente oculta por grandes nubarrones que continuamente pasaban por delante
de ella, dando vueltas a su alrededor, su rostro estaba descubierto y en él resplandecía
el claro de luna.

Le dije a ella:

–Pasea conmigo por los grandes estanques de la hermosa y llena de jardines
Istrakhan, donde flotan lirios que producen deliciosos sueños; o, descorriendo la cortina
de orquídeas colgantes, ven conmigo a través de un sendero secreto a la otra jungla
impenetrable que cubre el único paso entre las montañas que rodean a Istrakhan. La
cercan y la contemplan con alegría por la mañana y al anochecer, cuando los
estanques todavía no están habituados a la luz, e incluso, a veces, en su alegría,
derriten la fatal nieve que mata a los montañeros en las cumbres solitarias. Entre ellas
hay valles más antiguos que los pliegues de la luna.

"Ven conmigo allí o quédate aquí e iremos a tierras románticas, de esas que los
hombres de las caravanas únicamente evocan en sus canciones; o si no, pasearemos
indiferentemente por una tierra tan encantadora que incluso las mariposas que por ella
revolotean se asustan de su belleza al ver sus imágenes reflejadas en los estanques
sagrados; y por la noche oiremos a innumerables ruiseñores cantando a coro a las
estrellas hasta morir. Si te decides, enviaré heraldos lejos de aquí con noticias de tu
belleza, los cuales se apresurarán y llegarán a Séndara y hablarán de ella a los
hombres que cuidan los rebaños de ovejas marrones; y desde Séndara el rumor se
esparcirá por las dos orillas del río sagrado Zoth, e incluso los constructores de cercas
de las llanuras oirán hablar de tu belleza y la cantarán. Más tarde, los heraldos irán
hacia el norte atravesando las colinas hasta llegar a Sooma. Y en esa ciudad de oro
informarán a los reyes, sentados en sus arrogantes tronos de alabastro, de tu extraña e
inesperada sonrisa. Y, a menudo, tu historia será contada en mercados lejanos por los
mercaderes de Sooma, entre otros cuentos despreocupados con los que atraen a la
gente hacia sus mercancías."

"Y los heraldos llegarán incluso a Ingra, donde la gente está siempre bailando. Y allí
hablarán de ti, de manera que tu nombre será cantado en aquella alegre ciudad. Y
pedirán allí camellos prestados y atravesarán las arenas y, por caminos desiertos, irán
a la distante Nirid a hablar de ti a los hombres solitarios de los monasterios de las
montañas."

"Ven conmigo ahora, pues es primavera."

Y, cuando dije aquello, ella movió su cabeza, ligera aunque perceptiblemente. Y sólo
entonces recordé que yo había perdido la juventud y que ella estaba muerta desde
hacía cuarenta años.





[ F I N ]






Celephais

TAN SÓLO UN MOMENTO


TAN SÓLO UN MOMENTO

Textos Impares 17/03/08


El hombre abrió la puerta de la cafetería y tras su paso la puerta se cerró con un peculiar sonido semejante al de una botella cuando se cierra a presión.
La cafetería estaba vacía de gente; era muy temprano y acababa de abrir.
El hombre se sienta en un taburete de los que se ponen delante de la barra. La camarera, única trabajadora a esas horas, saludó y le preguntó por lo que iba a tomar.
- Un café solo no muy caliente y con fructosa por favor.
La camarera accedió a sus peticiones con una sonrisa y con un "sí, señor" bastante amable para los tiempos que corrían.
El silencio en la cafetería se hacía tedioso para el hombre, así que se llevó su mano derecha al bolsillo interior de la chaqueta y extrajo un cristal azul claro transparente.
- Señorita, si es usted tan amable ¿Podría poner este cristal en su lector? Es que el silencio artificial me pone malo.
La camarera de nuevo con otra sonrisa más hizo caso omiso al deseo del hombre.
Mientras tanto, al otro lado de la puerta de la cafetería, en la calle, ni un alma se paseaba por ella, ni un alma si quiera de coche o medio de transporte. La camarera hizo su primer comentario:
_ Pues parece que hoy la gente se ha dormido.
El hombre echó una mirada al exterior y luego miró su reloj.
- Tan sólo será un momento.
La camarera quedó tan extrañada como muda, y empezó a darse cuenta de que algo estaba pasando que no era lo normal.
Mientras la cristalina música sonaba, el hombre empezó a llorar, un lloro apacible, tranquilo, un lloro de verdad.
La muchacha quedóse de nuevo perpleja y lo único que logró musitar fue un "¿Le... Le sucede algo, señor?"
El hombre no contestó. En la calle seguía sin pasar nadie, y ningún movimiento había, y una leve lluvia empezó a caer.
No había nube alguna en los cielos, el suelo empezó a teñirse de oro, un oro azulado, un oro alegría.
La música seguía sonando y el hombre siguió con su lloro, su sollozo alegre y desahogador.
La muchacha no daba a basto ante tanto hecho extraño: El reloj del local se paró, la sinfonía seguía sonando, la lluvia de oro continuaba tintándolo todo, y en la calle nadie había.
_ Señor, señor ¿Qué está ocurriendo? ¿Quién es usted? ¡Señor!
El hombre la miró con ojos de cristal, con ojos del color de la lluvia que afuera estaba cayendo, y habló despacio.
- Soy el señor del Tiempo, muchacha. Tan sólo quería descansar un poco, tan sólo quería escuchar esta sinfonía en su momento preciso, en su lugar concreto.
En la camarera ya no había más lugar para la sorpresa. Sus ojos quedaron más perdidos en el vacío de lo que pudiera imaginar el mismísimo Señor del Tiempo.
- Siento muchísimo, muchacha, que hayas sido tu la testigo de este fenómeno. Todo volverá a la normalidad cuando me haya ido.
La sinfonía daba a su término y el hombre le pidió a la pobre camarera que le diera el Cristal Azulado, ésta se lo dio sin decir palabra.
El hombre pagó con monedas doradas de futurísimo valor. Se levantó de su taburete y al abrir la puerta para salir a la calle, todo estaba como si no hubiera ocurrido nada; el trasiego de los coches, el pulular de la gente y los sonidos de la ciudad.
La cafetería se llenó de gente en un momento. Pero la gente no era la misma, algo en sus rostros había cambiado, algo en sus comportamientos había cambiado, una amabilidad desconocida irradiaban desde lo más profundo de sus almas.







FIN.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Cuarteta XCIX



RUBÁIYÁT DE OMAR KHAYYÁM

Cuarteta XCIX

¡Ah Amor! ¡Pudiéramos tú y yo conspirar con Él para aferrar entero ese lamentable Esquema de las Cosas, para que no se deshiciera en pedazos y luego remodelarlo más cerca de los Deseos del Corazón!




DIE.ART final work



UN MUNDO PERFECTO


UN MUNDO PERFECTO Khalil Gibran

Textos Impares 8/03/08

Dios de las almas perdidas, tú que estás perdido entre los dioses, escúchame:
Vivo entre una raza de hombres perfecta, yo, el más imperfecto de los hombres.
Yo, un caos humano, nebulosa de confusos elementos, deambulo entre mundos perfectamente
acabados; entre pueblos que se rigen por leyes bien elaboradas y que obedecen un orden puro, cuyos
pensamientos están catalogados, cuyos sueños son ordenados, y cuyas visiones están inscritas y
registradas.
Sus virtudes, ¡oh Dios!, están medidas, sus pecados están bien calculados por su peso, y aun los
innumerables actos que suceden en el nebuloso crepúsculo de lo que no es pecado ni virtud están
registrados y catalogados.
En este mundo, las noches y los días están convenientemente divididos en estaciones de conducta y están
gobernados por normas de impecable exactitud.
Comer, beber, dormir, cubrir la propia desnudez, y luego cansarse, todo a su debido tiempo.
Trabajar, jugar, cantar, bailar, y luego yacer tranquilo, cuando el reloj da la hora para ello.
Pensar esto, sentir aquello, y luego dejar de pensar y de sentir cuando cierta estrella se alza en el
horizonte.
Robar al vecino con una sonrisa, dar regalos con un gracioso ademán, elogiar prudentemente, acusar con
cautela, destruir un alma con una palabra, quemar un cuerpo con el aliento, y luego lavarse las manos,
cuando se ha terminado el trabajo del día.
Amar según el orden establecido, entretenerse en lo mejor de uno mismo según cierta manera
prefabricada, rendir culto a los dioses con el debido decoro, intrigar y engañar a los demonios diestramente,
y luego olvidarlo todo, como si la memoria hubiese muerto.
Imaginar con un motivo determinado; proyectar con consideración; ser feliz dulcemente; sufrir con
nobleza; y luego, vaciar la copa, de manera que mañana podamos llenarla otra vez.
Todas estas cosas, ¡oh Dios!¡, están concebidas con preclara visión, han nacido con un propósito firme,
se mantienen con esmero y exactitud, se gobiernan según las normas y la razón, y luego se asesinan y se
entierran según el método prescrito. Y aun sus silenciosas tumbas que yacen dentro del alma humana, cada
una tiene su marca y su número.
Es un mundo perfecto; de maravillas; el más maduro fruto del jardín de Dios; el pensamiento rector del
universo.
Pero dime, ¡oh Dios!, ¿por qué tengo que estar allí, yo, semilla de pasión insatisfecha, loca tempestad que
no va en pos del oriente ni del occidente, aturdido fragmento de un planeta que pereció en las llamas?
¿Por qué estoy aquí, ¡oh Dios! de las almas perdidas? Dímelo tú, oh Dios, que te encuentras perdido entre
los demás dioses...

martes, 16 de septiembre de 2008

A la luz las tres lunas


A la luz las tres lunas

P. G. M. Calín


-¡Qué hermosos seudópodos tienes, bella MNBV!
-¡Ay, 98pOÑ! ¡Eso se lo dirás a todas las betelguesianas!
- Ni hablar, admirada mía. Yo soy un sujeto que sabe dónde tiene las antenas, y no voy
volviendo las cinco cabezas cada vez que cualquier representante de los otros sexos
pasa por mi lado, deslizándose sobre sus cilios.
- Lo que ocurre con vosotros, los anillados pentacéfalos, es que cuando entráis en
diálogo con nosotras hacéis todo lo posible por engatusarnos, como a las tontarronas
anfibias que somos.
- Te aseguro, maravillosa MNBV, que mis ondas telepáticas son totalmente sinceras,
y que sería muy feliz si accedieras a fundar en mi compañía una unidad reproductiva.
-¿Una unidad... tú y yo, 98pOÑ?
- Una unidad, sí. Como ves, soy más sincero que si estuviésemos ante el mismo dios
de la Quinta Dimensión. ¿Qué pentacéfalo que no esté colado hasta el fondo de su
estructura fusiforme se arriesgará a perder su estimable soltería, pudiendo, como puede,
reproducirse partenogenéticamente si le da la gana?
- Me has convencido. Y soy feliz hasta lo más profundo de mis circunvoluciones por lo
que me propones. Mas, ¿te has dado cuenta de las dificultades que se nos plantearían?
La vida no es fácil ni mucho menos, y encontrar un cultivo hidropónico nos va a costar
siete siglos.
- Si me das el sí, MNBV, yo sacaré un cultivo hidropónico de donde sea, para que
pongas con toda tranquilidad tus esporas.
- Es que no es sólo cultivo hidropónico lo que necesitamos. ¿Qué me dices de los caldos
bacteriales? ¿Y del floculador de espirilos? ¿Y el líquido amniótico?
- No seas tan exigente...
-¿Y el vibrador parapsíquico? ¿Y el vórtice matemático? ¿Y el relaxador de cromosomas?
- Al principio podemos pasarnos sin eso...
-¡Ni hablar! Lo necesito todo. Y además el condensador de ribonucleatos. Y además
un cronomovil. Y además un convertidor Siemens Martín
- ¿Ah, sí? - montó en cólera el pentacefalo 98pOÑ - ¡Pues tú te lo pierdes!
Y apartándose a un lado, se reprodujo partenogenéticamente en un santiamén.
La anfibia betelguesiana lloró por su ojo frontal una lágrima de miel.

Las tres lunas miraban todo aquello sin entender ni jota...



FIN




Bjork- Desired Constellation

TÓMESE OTRA COPA MÁS

TÓMESE OTRA COPA MÁS - Bosco
Textos Impares - 7/03/08

Tómese otra copa más
y no diga que le avise cuantas lleva.
Nunca le he pedido que me diga
cuantos golpes suman en mi cuenta.
Sí, no ha sido a mí,
no iba conmigo
era contra el más perdido en la contienda,
Pero lo sufro igual,
me aprietan todas sus cadenas.

Tómese otra copa más
a ver si ahora de una vez le tiembla el pulso,
si es tan poderoso como cree,
si al menos le puedo dar un susto.
Ya comprenderá,
queda advertido,
cómo es el final
del miedo y me pregunto
por su capacidad
para salvar estos asuntos.

Calle, no lo repita,
No me cuente sus batallas;
No me explique su verdad;
No le acepto la amenaza.

Tómese otra copa más,
voy a torturarle a base de razones.
No se haga la víctima y escuche
aquí no le valen sus galones.
Tómese otra copa esa es la sangre
derramada al buen dictado de su orden.
Tómese otra copa y calle,
no lo repita.

No me cuente sus batallas...

sábado, 13 de septiembre de 2008

Soplo de Viento


Soplo de Viento

Textos Impares 4/03/08

Héctor me había citado a las siete y cuarto y no me cabe en la cabeza faltar a una cita. La ocho y cuarto, las ocho y veinte, las ocho y veinticinco, las ocho y media, y Héctor sin venir. Yo estaba positivamente helado: me dolían los pies, me dolían las manos, me dolía el pecho, me dolía el pelo.
Transido, amoratado. Llegó a las nueve menos diez: tranquilo, sonriente y satisfecho. Con su grueso abrigo gris y sus guantes forrados.
-¡Hola, mano!
Así, sin más. No lo pude remediar: lo empujé bajo el tren que pasaba
La verdad es que si hubiese llevado mi abrigo color café, lo más probable es que no hubiera sucedido nada. Pero esas son cosas del destino y les aseguro que a las tres de la tarde, hora en que salí de casa, nadie podía suponer que se levantaría aquel viento.

FIN.

EL HOMBRE PI

EL HOMBRE PI -Alfred Bester


¿Cómo decir? ¿Cómo escribir? Cuando a veces puedo ser fluido, delicado

incluso, y luego, recupero, pour mieux sauter, eso se apodera de mí. Empuja.

Fuerza. Presiona.

A veces

debo

retroceder

pero

no

para

saltar

no, ni siquiera para saltar mejor.

No tengo control alguno sobre el yo, el lenguaje, el amor, el destino.


Debo compensar. Siempre.


Pero de todos modos lo intento.

Quae nocent docent. Sigue traducción: Lo que duele, enseña. Yo estoy herido

y he herido a muchos. ¿Qué hemos aprendido, sin embargo? Sin embargo. Me

despierto por la mañana del mayor dolor de todos preguntándome qué casa.

Riqueza, comprendes. ¡Maldita sea! Una casa en Londres, una villa en Roma,

otra casa en Nueva York, un rancho en California. Me despierto. Miro. ¡Ah! El

aspecto del lugar en que estoy es familiar. Así:


Dormitorio Dormitorio

Baño Cocina

Baño Terraza


¡Oh, oh! Estoy en mi casa de Nueva York, pero ese baño-baño espalda contra

espalda. Puf. Todo el ritmo desacompasado. Desequilibrio. El esquema resulta

doloroso. Telefoneo abajo, al portero. En ese momento pierdo mi inglés. (Hablo

todas las lenguas. Un goulash. Estoy obligado. ¿Por qué? ¡Ah!)


Pronto. Eccomi, Signore Storm. No. Obligado a parlare italiano. Esperar.

Llamaré otra vez en cinque minuti.

Re infecta. Latín. Inconcluso el asunto me ducho; cuerpo, dientes, pelo, me

afeito la cara, lo seco todo y pruebo otra vez. Voilá! El inglés, ella viene. Otra

vez al invento de A. G. Bell ("Señor Watson, venga aquí, le necesito".) Por

teléfono hablo con el portero. Buen tipo. Consigue liquidar un montón de

trabajo en un dos por tres.


Quería vestir franela gris esta mañana, pero tuve que ponerme el traje de "piel

de tiburón". ¡Maldita sea ! El nacionalismo africano tiene extraños efectos

secundarios vuelvo al dormitorio trasero (ver diagrama) y abro la puerta, que

fue instalada por la Compañía Nacional de Seguridad, Inc. Entro.

Todo radia hermosamente. Recorriendo arriba y abajo el espectro

electromagnético. Desviación visual del ultravioleta hacia el infrarrojo. Onda

ultracorta chillando. Radiación alfa, beta y gama copiosamente. Y los

interruptores inn tt errrr ump pppiendo al azar y cómodamente. Estoy en paz.


¡Dios mío! ¡Conocer incluso un momento de paz!





Kraftwerk - Radioactivity

viernes, 12 de septiembre de 2008

En pocas horas


En pocas horas- Novelli, Aldo Luis


El televisor ilumina mudo la habitación.
Hay restos oscuros de vino sobre el hule de la mesa.
No sé que hora es
pero el cuerpo me comunica un creciente cansancio
que me recuerda que en pocas horas
deberé vestirme con la armadura de todas las mañanas.
Afuera, la luna hace el amor con los soñadores de la noche.
Entre tanto yo
aquí sentado, sin dolor ni emoción
no logro la voluntad necesaria para abandonar la silla
apagar el televisor, guardar el libro que no abrí
y sucumbir a la vacuidad de mi alma.


(Los Conciertos de Radio 3) Spiritualize


Construcción


Descarga directa. Aquí
Y si buscáis el Play, podéis oírla sin descargar... Aquí


Construcción
Nacha Guevara, Letra de Mario Benedetti
Textos Impares - 1/03/08

Amó aquella vez como si fuera LA ÚLTIMA.
Besó a su mujer como si fuera LA ÚLTIMA.
Y a cada hijo suyo cual si fuera el ÚNICO.
Y atravesó la calle con su paso TÍMIDO.
Subió a la construcción como si fuera MÁQUINA.
Alzó en algún lugar cuatro paredes SÓLIDAS.
Ladrillo con ladrillo en un diseño MÁGICO.
Sus ojos empapados de cemento y LÁGRIMAS.
Se puso a descansar como si fuera SÁBADO.
Comió frijol y arroz como si fuera UN PRÍNCIPE.
Bebió y sollozó como si fuera NÁUFRAGO.
Bailó y se rió como si OYERA MÚSICA.
Y tropezó en el sol como si fuera UN CÓMICO.
Se bamboleó y tembló como si fuera UN PÁJARO.
Y terminó en el suelo hecho un paquete ALCOHÓLICO.
Y agonizó en el medio del paseo PÚBLICO.
Murió a contramano interrumpiendo EL TRÁFICO.

Amó aquella vez como si fuera EL ÚNICO.
Besó a su mujer como si fuera LA ÚLTIMA.
Y a cada hijo suyo cual si fuera el PRÓDIGO.
Y atravesó la calle con su paso CÓMICO.
Subió a la construcción como si fuera SÓLIDA.
Alzó en algún lugar cuatro pareces MÁGICAS.
Ladrillo con ladrillo en un diseño LÓGICO.
Sus ojos empapados de cemento y TRÁFICO.
Se puso a descansar como si fuera UN PRÍNCIPE.
Comió frijol y arroz como si fuera TÓXICO.
Bebió y sollozó como si fuera MÁQUINA.
Bailó y se rió como si FUERA EL PRÓJIMO.
Y tropezó en el sol como si OYERA MÚSICA.
Se bamboleó y tembló como si fuera SÁBADO.
Y terminó en el suelo hecho un paquete TÍMIDO
que agonizó en medio del paseo NÁUFRAGO.
Murió a contramano interrumpiendo AL PÚBLICO.

Amó aquella vez como si fuera MÁGICO.
(Amó aquella vez como si fuera LA ÚLTIMA)
Besó a su mujer como si fuera TÓXICO.
(Besó a su mujer como si fuera ALCOHÓLICO)
Y a cada hijo suyo cual si fuera UN PRÍNCIPE.
Y atravesó la calle con su paso LÓGICO.
(LÚCIDO, MÍSTICO)
Subió a la construcción como si fuera ALCOHÓLICO.
(Subió a la construcción como si fuera EL ÚNICO)
Alzó en algún lugar cuatro pareces TÍMIDAS.
Ladrillo con ladrillo en un diseño LÚCIDO.
Sus ojos empapados de cemento y VÉRTIGO.
Se puso a descansar como si fuera UN NÁUFRAGO.
Comió frijol y arroz como si fuera LÁGRIMAS.
Bebió y sollozó como si fuera SÁBADO.
Bailó y se rió como si FUERA UN CÓMICO.
Y tropezó en el sol como si fuera UN PÁJARO.
Se bamboleó y tembló como si OYERA MÚSICA.
Y terminó en el suelo hecho un paquete TRÁGICO.
Y agonizó en medio del paseo INCRÉDULO.
Murió a contramano interrumpiendo AL PRÓJIMO.

Amó aquella vez como si fuera MÁQUINA.
(Besó a su mujer como si fuera LÓGICO)
Alzó en algún lugar cuatro pareces TÍMIDAS.
(Se puso a descansar como si fuera UN PÁJARO)
Y tropezó en el sol como si fuera PRÍNCIPE.
Y terminó en el suelo hecho un paquete ALCOHÓLICO.
Murió a contramano interrumpiendo EL SÁBADO.

jueves, 11 de septiembre de 2008

El Milenio


El Milenio Fredric Brown


«El Hades es un infierno», pensó Satán; y por eso le gustaba. Se inclinó sobre la
superficie luciente de la mesa de su despacho y accionó el interruptor del
interfono.
-¿Diga, señor? -dijo la voz de Lilith, su secretaria.
-¿Cuántos han venido, hoy?
-Cuatro. ¿Le envío a uno de ellos?
-Sí... pero no, espera. ¿Alguno de ellos parece ser un individuo altruista?
-Sí, uno de ellos lo parece. Pero aunque lo fuese, ¿qué, señor? Existe sólo una
probabilidad entre billones que formule el Postrer Deseo.
A la simple enunciación de aquellas palabras, incluso a pesar del calor reinante,
Satán sintió un escalofrío. Su preocupación perpetua, casi la única, era que algún
día alguien pudiese formular aquel Postrer Deseo, el postrer deseo altruista; es
decir, desprovisto totalmente de egoísmo. Y entonces ocurriría lo que más temor
le causaba: Satán se encontraría encadenado por otros mil años, y sin trabajo
para el resto de la eternidad después de aquello.
Pero Lilith tenía razón, se dijo.
Sólo una persona entre un millar vendía su alma para satisfacer un deseo
altruista, aunque éste fuese insignificante, y transcurrirían millones de años, o toda
la eternidad, antes que el Postrer Deseo se formulase. Hasta entonces, nadie se
había acercado a él ni remotamente.
-Muy bien, Lil -dijo-. De todos modos, hazle pasar primero; prefiero terminar
con él cuanto antes.
Cerró la comunicación.
El hombrecillo que penetró por la amplia puerta no parecía peligroso, desde luego;
en realidad, parecía estar medio muerto de miedo.
Satán le miró con el ceño fruncido.
-¿Conoces las condiciones?
-Sí -respondió el hombrecillo-. Creo que sí, en fin. A cambio que usted me
conceda un deseo que yo formule, se quedará con mi alma cuando yo muera. ¿No
es así?
-Así es. ¿Cuál es tu deseo?
-Verá -dijo el hombrecillo-, lo he reflexionado cuidadosamente y...
-Vayamos al grano. Estoy muy ocupado. ¿Cuál es el deseo?
-Pues verá...
El hombrecillo se interrumpió, turbado, mientras Satán le miraba tamborileando
nerviosamente con sus dedos sobre la mesa.
-Deseo que, sin sufrir el menor cambio en mi persona, me convierta en el
hombre más malo, estúpido y miserable de la Tierra.


Satán lanzó un tremendo grito de rabia y desesperación.

EL CUENTO FINAL DE TODOS LOS CUENTOS

EL CUENTO FINAL
DE TODOS LOS CUENTOS- Philip K. Dick
Textos Impares 29/02/08

En una sociedad devastada por la Guerra de Hidrógeno la joven doncella se dirige a un zoológico futurista y tiene relaciones sexuales con varias formas de vida inhumanas y deformes en las jaulas. En este particular sentido es una mujer que ha sido formada con los restos de los cuerpos dañados de varias mujeres, y tiene relaciones con una alienígena, ahí en la jaula, y después aplicados sobre la mujer medios de una ciencia futurista, concibe. El niño nace, y ella y la alienígena en la jaula luchan para ver quién se queda con él. La joven mujer humana gana, e inmediatamente devora a su progenie, pelo, dientes, dedos y todo. Justo después de haber terminado descubre que el bebé es Dios.





FIN.

lunes, 8 de septiembre de 2008

LA DESOLACION DE SOOM

LA DESOLACION DE SOOM -CLARK ASHTON SMITH

Se dice que el desierto de Soom se extiende en un extremo del mundo, de difícil situación geográfica, entre tierras casi desconocidas y otras inimaginables. Los viajeros le tienen miedo porque sus arenas desérticas y movedizas no tienen oasis, y además, cuenta la leyenda que allí habitaban horrores indescriptibles. En este sentido, existen numerosos relatos, cada cual distinto. Algunos dicen que no es ni visible, ni audible, y otros dicen que se trata de una mera quimera de muchas cabezas, cuernos y rabos, y una lengua cuyo sonido es semejante al tañido de las campanas en auditorios abovedados durante algún funeral solemne. Todas las caravanas y aventureros solitarios que regresaron de Soom contaban relatos extraños; otros ni pudieron regresar siquiera, y hubo incluso quien se volvió completamente loco a causa del terror y el vértigo provocados por un espacio infinito y vacío... En efecto, eran muchos los relatos que existían en torno a un ser que espiaba furtivamente, o a todo un ejército de mil diablos; se hablaba de algo que se escondía aguardando detrás de las dunas movedizas, o de algo que rugía y susurraba desde la arena o desde el viento, o se mueve invisible en un silencio opresor, o cae desde el aire como un insecto aplastante, o bosteza abriéndose como un pozo repentinamente ante los pies del viajero.


Pero hace mucho tiempo existió una pareja de amantes que llegaron al desierto de Soom y cruzaron las estériles arenas. Desconocían la existencia del mal por aquellos parajes, y como habían encontrado un acogedor edén en sus respectivos ojos, es posible que no se dieran cuenta de que atravesaban un desierto. Y entre todos los que se atrevieron a pisar la temible desolación fueron los únicos que no regresaron con una nueva historia sobre algo terrible, sobre algún horror que los hubiera seguido o espiado, algo visible o invisible, audible o inaudible. Para ellos no hubo ni quimeras de múltiples cabezas, ni pozos bostezantes, ni insectos monstruosos. Además, nunca pudieron comprender las historias que les relataron caminantes menos afortunados.


[Caja_Negra_by_vespertino.jpg]

The Apples- Killing in the Name of


LOS SIETE EGOS


LOS SIETE EGOS -Khalil Gibran

Textos Impares 28/02/08

En la hora más silente de la noche, mientras estaba yo acostado
y dormitando,mis siete egos sentáronse en rueda a
conversar en susurros, en estos términos:
Primer Ego: -He vivido aquí, en este loco, todos estos años, y no he hecho otra cosa que renovar
sus penas de día y reavivar su tristeza de noche. No puedo soportar más mi destino, y me rebelo.
Segundo Ego: -Hermano, es mejor tu destino que el mío, pues me ha tocado ser el ego alegre de
este loco. Río cuando está alegre y canto sus horas de dicha, y con pies alados danzo sus más
alegres pensamientos. Soy yo quien se rebela contra tan fatigante existencia.
Tercer Ego: - ¿Y de mi qué decís, el ego aguijoneado por el amor, la tea llameante de salvaje
pasión y fantásticos deseos? Es el ego enfermo de amor el que debe rebelarse contra este loco.
Cuarto Ego: -El más miserable de todos vosotros soy yo, pues sólo me tocó en suerte el odio y las ansias destructivas. Yo, el ego tormentoso, el que nació en las negras cuevas del infierno, soy el que tiene más derecho a protestar por servir a este loco.
Quinto Ego: -No; yo soy, el ego pensante, el ego de la imaginación, el que sufre hambre y sed, el
condenado a vagar sin descanso en busca de lo desconocido y de lo increado... soy yo, y no
vosotros, quien tiene más derecho a rebelarse.
Sexto Ego: -Y yo, el ego que trabaja, el agobiado trabajador que con pacientes manos y ansiosa
mirada va modelando los días en imágenes y va dando a los elementos sin forma contornos nuevos y eternos... Soy yo, el solitario, el que más motivos tiene para rebelarse contra este inquieto loco.
Séptimo Ego: - ¡Qué extraño que todos os rebeléis contra este hombre por tener a cada uno de
vosotros una misión prescrita de antemano! ¡Ah! ¡Cómo quisiera ser uno de vosotros, un ego con un propósito y un destino marcado! Pero no; no tengo un propósito fijo: soy el ego que no hace nada; el que se sienta en el mudo y vacío espacio que no es espacio y en el tiempo que no es tiempo, mientras
vosotros os afanáis recreándoos en la vida. Decidme, vecinos, ¿quién debe rebelarse: vosotros o yo?
Al terminar de hablar el Séptimo Ego, los otros seis lo miraron con lástima, pero no dijeron nada más; y al hacerse la noche más profunda, uno tras otro se fueron a dormir, llenos de una nueva y feliz resignación.
Sólo el Séptimo Ego permaneció despierto, mirando y
atisbando a la Nada, que está detrás de todas las cosas.



Serart- Narina

martes, 2 de septiembre de 2008

Némesis

NÉMESIS

Textos Impares 25/02/08

A través de las puertas del sueño custodiadas por los gules,
Más allá de los abismos de la noche iluminados por la pálida luna,

He vivido mis vidas sin número,

He sondeado todas las cosas con mi mirada;
Y me debato y grito cuando rompe la aurora, y me siento
Arrastrado con horror a la locura.


He flotado con la tierra en el amanecer de los tiempos,
Cuando el cielo no era más que una llama vaporosa;

He visto bostezar al oscuro universo,
Donde los negros planetas giran sin objeto,
Donde los negros planetas giran en un sordo horror,
Sin conocimiento, sin gloria, sin nombre.

He vagado a la deriva sobre océanos sin límite,
Bajo cielos siniestros cubiertos de nubes grises
Que los relámpagos desgarran en múltiples zigzags,
Que resuenan con histéricos alaridos,
Con gemidos de demonios invisibles
Que surgen de las aguas verdosas.

Me he lanzado como un ciervo a través de la bóveda
De la inmemorial espesura originaria,
Donde los robles sienten la presencia que avanza
Y acecha allá donde ningún espíritu osa aventurarse,
Y huyo de algo que me rodea y sonríe obscenamente
Entre las ramas que se extienden en lo alto.

He deambulado por montañas horadadas de cavernas
Que surgen estériles y desoladas en la llanura,

He bebido en fuentes emponzoñadas de ranas
Que fluyen mansamente hacia el mar y las marismas;
Y en ardientes y execrables ciénagas he visto cosas
Que me guardaré de no volver a ver.

He contemplado el inmenso palacio cubierto de hiedra,
He hollado sus estancias deshabitadas,
Donde la luna se eleva por encima de los valles
E ilumina las criaturas estampadas en los tapices de los muros;
Extrañas figuras entretejidas de forma incongruente
Que no soporto recordar.

Sumido en el asombro, he escrutado desde los ventanales
Las macilentas praderas del entorno,
El pueblo de múltiples tejados abatido
Por la maldición de una tierra ceñida de sepulcros;
Y desde la hilera de las blancas urnas de mármol persigo
Ansiosamente la erupción de un sonido.
He frecuentado las tumbas de los siglos,
En brazos del miedo he sido transportado
Allá donde se desencadena el vómito de humo del Erebo;
Donde las altas cumbres se ciernen nevadas y sombrías,
Y en reinos donde el sol del desierto consume
Aquello que jamás volverá a animarse.

Yo era viejo cuando los primeros Faraones ascendieron
Al trono engalanado de gemas a orillas del Nilo;

Yo era viejo en aquellas épocas incalculables,
Cuando yo,
sólo yo, era astuto;
Y el Hombre, todavía no corrompido y feliz, moraba
En la gloria de la lejana isla del Ártico.

Oh, grande fue el pecado de mi espíritu,
Y grande es la duración de su condena;
La piedad del cielo no puede reconfortarle,
Ni encontrar reposo en la tumba:

Los eones infinitos se precipitan batiendo las alas
De las despiadadas tinieblas.


A través de las puertas del sueño custodiadas por los gules,

Más allá de los abismos de la noche iluminados por la pálida luna,

He vivido mis vidas sin número,

He sondeado todas las cosas con mi mirada;

Y me debato y grito cuando rompe la aurora, y me siento

Arrastrado con horror a la locura.


H.P. Lovecraft

El que Susurra en la Oscuridad

lunes, 1 de septiembre de 2008

Introducción innecesaria



Introducción innecesaria

Aldo Luis Novelli

[extracto de La Noche Del Hastío]


Allí en la profundidad de la noche, en sus aguas negras y violentas late el viejo deseo, el goce inacabado, el suspenso del próximo instante, la intriga por la luz final.
En esa noche inesperada de emoción y espanto, en esa noche pegajosa y sólida, en el fondo de esa noche repetida e irrepetible se arrastra el hastío, el hastío elemental, el necesario hastío para seguir bosquejando los trazos del próximo paso, y borroneando los rastros de la pisada anterior, allí en el barro oscuro del fondo de la habitación, empieza a golpear el lápiz contra el papel, toma forma, alguna forma al menos, el bosquejo amarillento de una vida. De una vida que se parece demasiado a la mía.
el autor


He soñado más que lo que Napoleón hizo.

He apretado al pecho hipotético más humanidades que Cristo,

he hecho filosofías en secreto que ningún Kant escribió.

Pero soy, y tal vez seré siempre, el de la buhardilla,

aunque no viva en ella.


Fernando Pessoa

(Lisboa, 1888-1935)


La ciudad me ha enseñado infinitos temores:

un gentío, una calle me han hecho estremecer,

un pensamiento a veces, espiado en un rostro.


Cesare Pavese

(Santo Stefano Belbo, 1908-1950)



Karmacoma - Massive Attack



L'OBSCURITÉ DES EAUX


L'OBSCURITÉ DES EAUX Alejandra Pizarnik

Textos Impares- 23/02/08

Escucho resonar el agua que cae en mi sueño.
Las palabras caen como el agua yo caigo.
Dibujo en mis ojos la forma de mis ojos, nado en mis aguas, me digo mis silencios.
Toda la noche espero que mi lenguaje logre configurarme.
Y pienso en el viento que viene a mí, permanece en mí.
Toda la noche he caminado bajo la lluvia desconocida.
A mí me han dado un silencio pleno de formas y visiones (dices).
Y corres desolada

como

el único

pájaro

en el viento.